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Artículo original de Dra. Natalie Engelbrecht en Embrace Autism. Ilustrado y traducido al español por Ps. Constanza Damianić.
Todos los seres humanos experimentan estrés a diario. Para mantenerse regulados y en funcionamiento, necesitan ser capaces de disipar el estrés. Cuando esto no se hace de forma eficaz, puede tener resultados explosivos: meltdowns (y potencialmente, los consiguientes shutdowns).
Cubo desbordante
Utilicemos la analogía de un cubo. El cubo contiene un litro de agua (tensión), que sale de un grifo (factores de tensión).
Además, el cubo tiene un tapón en el fondo que puede abrirse cuando sea necesario para evitar que se derrame (desbordamiento con estrés).
Tanto autistas como no-autistas tienen un cubo de un litro, pero los autistas tienen un grifo que vierte el agua más rápido debido a la hipersensibilidad; además, su tapón es más pequeño o se atasca impidiendo que el agua salga tan rápido.
Una vez que el agua empieza a derramarse por encima del borde del cubo, se llega a un punto de crisis y se debe encontrar la manera de vaciar el cubo.
Para esto, pueden pasar dos cosas: Meltdown o Shutdown.
Durante un meltdown, no se es racional ni razonable. Piénsalo así: estás cruzando la calle y ves un vehículo fuera de control que se dirige hacia ti. Sería ridículo que una persona nos dijera que nos calmáramos, o que esperara que conversáramos, mientras está en peligro inminente de ser atropellado. En ese momento sólo tenemos una cosa que hacer, sólo tenemos un objetivo: apartarnos del camino de ese vehículo.
Esta crisis puede manifestarse de distintas maneras, dependiendo de la persona y sus necesidades de apoyo:
- En personas con menos necesidades de apoyo, puede experimentarse negatividad, agitación, irritabilidad y deseos de alejar a todas las personas del entorno.
- Personas con más necesidades de apoyo y comorbilidades pueden responder gritando, recurriendo a la autolesión (una forma nociva de estimulación), mostrando defensividad o “agresividad» (como mecanismo de defensa al caos percibido) o repitiendo comportamientos o palabras una y otra vez.
Quien observa desde fuera esta crisis pensará que la persona en meltdown está totalmente fuera de control, porque lo está. Ha perdido la capacidad de contener lo que ocurre en su interior.
Las crisis pueden ser muy angustiosas tanto para la persona autista como para las personas que la apoyan. Al apoyar, es importante mantener la calma y ser compasivo. Algunas estrategias que ayudan mucho son la presión corporal de una manta con peso y ejercicios de respiración profunda y lenta (NO ayudan a todos, y en algunos casos pueden empeorar el episodio, es importante crear planes individualizados). Sin apoyos, compasión ni ajustes razonables, las crisis pueden durar mucho más de lo necesario.
A veces, los meltdowns se convierten en shutdowns.
Shutdown
Un shutdown es diferente. Piensa en el shutdown de una ostra. La persona ya no está. Parece como si estuviera en trance, o puede poner grandes carteles de «No entrar».
Una persona en shutdown se retira del mundo, puede que no responda a las comunicaciones, puede que se encierren en su habitación, que apaguen sus redes sociales.
Los shutdowns son más sutiles, pueden pasar desapercibidos por los demás. Sin embargo, también son una respuesta al llegar a un punto de crisis.
Los meltdowns pueden convertirse en shutdowns. Una persona puede mostrar expresiones externas de estrés al principio, y luego retraerse hasta que sus niveles de estrés se hayan reducido. En estos casos, es importante recordar que la retirada en sí no es una señal de que los niveles de estrés se hayan reducido, sino que puede ser un paso necesario para que la persona autista se recupere de la sobreestimulación; es un intento de cortar la estimulación, para que el cubo con agua tenga tiempo de vaciarse.
“Mi shutdown más reciente consistió en dejar de seguir a todo el mundo y bloquear temporalmente a mis amigos en apps de mensajería. Básicamente, a cualquiera que intentara ponerse en contacto conmigo. Duró 24 horas y se acabó. Mis amigos me conocen bien, y se les informó de que estaba teniendo un shutdown, así que me dieron espacio, y esperaron a que pasara y la vida continúa”.
Dra. Natalie Engelbrecht de Embrace Autism.
Causas
Como se explicaba anteriormente, las personas autistas pueden experimentar melt-down (“fundirse”, en inglés) o shut-downs (“cerrarse o apagarse” en inglés) porque su cubo se desborda.
Esto sucede debido a altos niveles de estrés, hasta el punto de que es demasiado, y ya no es posible funcionar como si todo estuviera bien. Esto puede desencadenarse por cualquier situación, o puede deberse a una acumulación de acontecimientos estresantes -como problemas sensoriales- durante un período de tiempo (horas, días o incluso semanas).
El siguiente diagrama indica cómo los niveles de estrés de las personas autistas suben y bajan, hasta llegar a ser demasiado.
Desencadenantes
Factores desencadenantes externos:
- Demasiadas exigencias puestas sobre la persona autista.
- Cambios inesperados de planes o rutinas.
- Sobrecarga sensorial.
- Sobrecarga social – Estar expuesto a demasiada interacción social (especialmente relevante para el shutdown).
Factores desencadenantes o exacerbantes internos:
- Sentir vergüenza o culpa.
- Sentirse inadecuado.
- Sentir que se ha cometido una injusticia en su contra.
La gota que rebalsa el vaso o desencadenante final puede no parecer tener sentido visto desde fuera. Puede parecer pequeña para una persona ajena, pero para la persona autista es esa gota en el cubo que hace que se desborde por completo.