El AQA está diseñado para cuantificar rasgos autistas en adolescentes. Consiste en 50 preguntas que evalúan áreas como la socialización, comunicación, atención al detalle, imaginación e interacción social, con el objetivo de detectar la intensidad de ciertos rasgos relacionados con el espectro autista en el comportamiento cotidiano.

Su utilidad principal radica en ser una herramienta de tamizaje o evaluación preliminar que puede ser respondida por padres o cuidadores para orientar sobre la posible presencia de rasgos autistas, facilitando la detección temprana y la derivación a estudios clínicos más exhaustivos si fuera necesario.

Un punto discriminante claro es una puntuación de 30 o más, ya que ningún miembro del grupo de control alcanzó ese valor, mientras que el 90% de los adolescentes con autismo con necesidades de apoyo nivel 1 y 2 obtuvo una puntuación superior a 30.

Fuente:

Baron-Cohen, S., Hoekstra, R. A., Knickmeyer, R., & Wheelwright, S. (2006). The autism-spectrum quotient (AQ)—adolescent version. Journal of autism and developmental disorders, 36(3), 343-350.